El grupo de investigación del laboratorio de Química de Proteoglicanos y Matriz extracelular, dirigido por el Dr. Juan Carlos Calvo, estudia el microambiente tumoral, específicamente el tejido adiposo que rodea al tumor en el cáncer de mama y de próstata.

“En el caso específico del cáncer mamario, nos enfocamos en la comunicación que ocurre entre el tumor y los adipocitos (células grasas), particularmente en los cambios fenotípicos que experimentan los adipocitos blancos y su transición hacia un fenotipo de adipocito beige, un tipo de célula más especializado en la producción de energía que en el almacenamiento de lípidos. También investigamos las alteraciones a nivel funcional y estructural en el tejido adiposo, analizando cómo estos cambios afectan la progresión tumoral, junto con los mecanismos de lipólisis y remodelación morfológica en los adipocitos cercanos al tumor”, explica la Dra. Judith Toneatto, Investigadora Adjunta de CONICET, miembro del equipo de investigación junto con la Dra. Priscila Pagnotta, y quien lidera este estudio.

A lo largo de años de trabajo, el grupo ha descubierto que el tejido adiposo mamario, en un contexto tumoral, presenta características morfológicas y funcionales únicas en comparación con el tejido adiposo mamario sano. Estas particularidades dependen tanto del tipo de cáncer de mama como de las características individuales de cada paciente. Identificaron también que, en el tejido adiposo del microambiente tumoral mamario, los adipocitos adoptan un fenotipo activado, con mayor lipólisis y un cambio fenotípico (lo que se ve a nivel de forma, función o metabolismo y que suele ser el reflejo de cambios en la expresión genética, sean estos por mutaciones o no) de adipocitos blancos a beige, probablemente a través de un proceso conocido como pardización. Este cambio fenotípico disminuye la adhesión celular y favorece la migración de las células tumorales. Estos fenómenos, activados en el tejido adiposo peritumoral, son inducidos por la interacción con las células tumorales y/o la señalización parácrina (que ocurre entre células vecinas) entre adipocitos, lo que desencadena un efecto dominó que se propaga entre células.

El estudio del microambiente tumoral, en el cáncer de mama, resalta que el tejido adiposo que rodea al tumor es un componente dinámico y activo que influye significativamente en la progresión del cáncer. “Nuestro trabajo refuerza la noción que las alteraciones en el tejido adiposo no sólo son dependientes del tumor en sí, sino también de las características individuales de cada paciente, lo que subraya la complejidad y heterogeneidad de dicha enfermedad. La remodelación funcional y estructural que experimenta el microambiente adiposo en un contexto tumoral parece estar asociada a un peor pronóstico”, explica la Dra. Toneatto y concluye: “En este sentido, las alteraciones en el metabolismo lipolítico de los adipocitos, junto con los cambios en la expresión de proteínas involucradas en el proceso de lipólisis, representan hallazgos clave para la identificación de nuevos blancos terapéuticos”. Continuar investigando la comunicación bidireccional entre el tumor y el tejido adiposo, con el fin de identificar posibles biomarcadores de progresión tumoral y avanzar hacia un enfoque de medicina personalizada permitirá que mejoren las estrategias actuales de diagnóstico, pronóstico y tratamiento contra el cáncer de mama.

  • Corte histológico de biopsia de paciente con tumor mamario teñido con la técnica de hematoxilina & eosina. La imagen muestra células tumorales rodeando adipocitos del tejido adiposo del microambiente tumoral. La línea punteada representa un límite imaginario atravesado por las células tumorales, lo que representa la capacidad de migrar e invadir del tumor (indicado con flechas), un proceso clave en la diseminación del tumor y la formación de metástasis.
IMAGEN: Gentileza Med. Patólogo Sebastián Fandiño.