Investigadores del IBYME lograron la caracterización de un modelo animal de la enfermedad desde el punto de vista metabólico e inmunológico.
Actualmente, la esquizofrenia se empieza a tratar luego de que una persona exhibe un episodio de psicosis. Desde ese momento se inicia el tratamiento con antipsicóticos y comienza el diagnóstico, que puede durar meses, sin ningún estudio objetivo que pueda ayudar al profesional. Dicho diagnóstico se basa en los signos y síntomas observables que manifiesta el paciente, y el tratamiento farmacológico con antipsicóticos solo es eficiente para tratar los síntomas positivos, que son características que no están presentes en una persona y se suman a ella, como las alucinaciones y los delirios, mientras que permanecen desatendidos los negativos, características que se pierden en una persona, y los cognitivos.
El trabajo “Intrinsic metabolic and immune impairments in a genetic mouse model of schizophrenia”, publicado en la revista «Schizophrenia», se basa en la caracterización de un modelo animal que permitirá estudiar la enfermedad. Este modelo, desarrollado por el grupo liderado por el Dr. Diego Gelman, director del laboratorio de Desarrollo del Sistema Nervioso, se realizó por medio de una modificación genética, eliminando el receptor de dopamina D2 de un tipo particular de neuronas inhibitorias que expresan parvalbúmina.
Si bien el laboratorio ya había realizado trabajos con este modelo, avanzó en esta oportunidad en una caracterización desde el punto de vista metabólico e inmunológico, lo que podría resultar en un gran avance para el estudio de esta enfermedad, como explica el Dr. Gelman: “Se sabe que los pacientes con esquizofrenia tienen alteraciones metabólicas e inmunológicas. Nosotros quisimos ver si nuestro modelo reproduce esas alteraciones que se presentan en pacientes y efectivamente lo hace. Lo relevante, es que con esta nueva caracterización estamos diciendo que el modelo que generamos es un buen modelo para estudiar y tratar de entender la enfermedad”.
Este modelo podría llevar a nuevas herramientas para el estudio de la enfermedad en etapas tempranas: “Nosotros nos proponemos desarrollar una manera objetiva de estratificar adolescentes en alto riesgo de desarrollar la enfermedad para poder comenzar con un tratamiento antes del primer episodio de psicosis, que emerge recién al final de la adolescencia o el comienzo de la adultez. Hoy en día no es posible adelantarse al primer episodio de psicosis. Nosotros queremos cambiar eso, y también pretendemos desarrollar tratamientos farmacológicos efectivos para los síntomas desatendidos, los negativos y los cognitivos”, concluye Gelman. Por otro lado, Martina Belmonte, primera autora del trabajo, destaca que “Gracias a estos resultados diseñamos un proyecto que llamamos BIOmarcadorEZ, que busca comprobar si lo que vemos en nuestro modelo, ocurre en pacientes, esperando trasladar los resultados del laboratorio a la clínica».
Este trabajo fue posible gracias al esfuerzo y dedicación de los becarios e investigadores del grupo junto al aporte de la Fundación Florencio Fiorini, y a los insumos brindados por laboratorio Sidus.
Sobre publicación:
Intrinsic metabolic and immune impairments in a genetic mouse model of schizophrenia
Martina Belmonte, Sofia Lopez Cardoso, Anabella A Di Pietro, Florencia Veigas, Laura A Pasquini, Diego M Gelman
https://doi.org/10.1038/s41537-025-00651-9