Unirse, formar parte de un gran equipo multidisciplinario, obrar conjuntamente con otros para un mismo fin, compartir con amigos valores y esfuerzo, buscar juntos el mejor camino para comunicar, y esperar ansiosos a nuestras visitas, eso es Puertas Abiertas en IBYME.
Desde hace más de 10 años, el IBYME abre sus puertas para compartir saberes y experiencias con alumnos y docentes de colegios secundarios. Cada año la propuesta es acercar a los chicos los conceptos con los que trabajan diariamente los investigadores en sus diferentes áreas, en el marco de una institución referente en investigación en ciencias biológicas, por su historia y el potencial de su presente.
El hall del IBYME comienza a poblarse de caras inquietas y expectantes que, luego, al desplazarse por el pasillo central hacia la biblioteca, observarán por los ventanales el trabajo en los diferentes laboratorios de planta baja. La biblioteca los recibe amplia y luminosa en su versión auditorio. Todos ubicados, podemos comenzar.
Una breve charla de seguridad brindada por la coordinadora del área, luego el video institucional, y la bienvenida por parte del investigador que coordinará la jornada, son el mejor de los preámbulos para las charlas que los jóvenes investigadores han preparado para los alumnos.
“Cerebro, vamos a conquistar el mundo” (María Eugenia Tomasella)
“Medicina personalizada: ¿Un juego de precisión?” (María Florencia Abascal y Marina Rosso)
“La infertilidad no discrimina sexos” (Dalhia Abramovich)
“Dolor: ¿amigo o enemigo?” (María Florencia Coronel)
“No nos perdamos de ver el bosque: ¡La Genómica al rescate!” (Alejandro La Greca)
“¡Poderosas las microscópicas! Células del Sistema Inmunológico al acecho” (Ximena Raffo Iraolagoitia)
Yo fui un espermatozoide, ¿y usted? (Lucrecia Calvo)
“La música de la vida. Escuchemos a nuestros genes y proteínas” (Juan Carlos Calvo)
“Inmunología, cáncer, ¡y abrigate que hace frío!” (Nicolás Pinto)
“Todo lo que siempre quisiste saber sobre el espermatozoide… y nunca te animaste a preguntar” (Guillermina Luque y Ana Romarowski)
“Jaque a las infecciones” (Verónica Martínez Allo)
“Colesterol. ¿Amigo o enemigo?” (Omar Pignataro)
“El espermatozoide y el óvulo a veces necesitan ayuda de la ciencia” (Nicolás Brukman y Matías Gómez Elías)
“Cáncer: lo que se dice y lo que se sabe” (Sabrina Fletcher)
“Cáncer: Cuando las células dejan de respetar las reglas” (Nicolás Dalton y Paola De Luca)
¿Qué hace diferente a Puertas Abiertas de otros eventos de divulgación?
Solo quienes hayan tenido la posibilidad de vivir la experiencia, reconocerán en la conexión entre público y oradores el verdadero sentido de la comunicación. Adolescentes dispuestos a dejarse sorprender, investigadores apasionados por su tarea, abiertos a responder todo lo que se les pregunte.
“Los investigadores vivimos haciéndonos preguntas y buscando nuevas respuestas”, se escucha una y otra vez; y los chicos hacen honor a su espíritu inquieto y formulan brillantes preguntas e ingeniosas ideas.
Año tras año, el esfuerzo de coordinar una semana con más de 550 visitantes, más de 20 charlas, coordinadores, oradores, colaboradores nos demuestra que el resultado al cierre de las Jornadas es exponencialmente mayor a lo esperado.
En un nuevo año, plenos por haber cumplido con la misión legada por el Dr. Houssay de soñar en grande, y de reconocer en la juventud la potencialidad del futuro, agradecemos al CONICET por acompañar nuestra iniciativa y a todos los colegios que confiaron en el IBYME para traer a sus alumnos.
Este año asistieron alumnos del Instituto Argentino Japonés Nichia Gakuin, Colegio Piaget de San Isidro, Martín Buber, San Gregorio El Iluminador, Duayen, Instituto Pbro Dr. Antonio Saenz de Lomas de Zamora, Instituto Jardín de invierno (Winter Garden), Instituto del Carmen, Escuela Normal Nº7, Colegio Don Bosco (Ramos Mejía), Escuela Agropecuaria de la Universidad de Buenos Aires, Hans Christian Andersen
Somos plenamente felices de haber podido compartir nuestras vivencias y saberes, y confiados en que podemos seguir creciendo en la divulgación del conocimiento científico a la sociedad, guardamos como el mayor de los tesoros las experiencias compartidas y comenzamos a soñar, con futuros encuentros.