Bernardo Alberto Houssay nació en Buenos Aires el 10 de abril de 1887, a los 13 años terminó sus estudios secundarios y en 1901 ingresó en la Escuela de Farmacia de la Universidad de Buenos Aires recibiéndose de Farmacéutico a los 17, médico a los 21 y profesor universitario a los 23 años.

Bernardo A. Houssay, dedicó su vida a la investigación científica. Con gran vocación formó discípulos, que continuaron con sus ideas y crearon nuevos centros científicos nacionales e internacionales de excelencia.  Con gran visión, constituyó los cimientos de la ciencia argentina organizando el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, CONICET, dedicado a la promoción de la ciencia en nuestro país, y del que fue su primer presidente.

El 14 de marzo de 1944 fundó junto a los doctores Eduardo Braun Menéndez, Oscar Orías, Juan T. Lewis y Virgilio G. Foglia, el Instituto de Biología y Medicina Experimental, IBYME. El Instituto fue la primera organización dedicada a la investigación científica en la Argentina. Houssay había concebido al IBYME como un Instituto sin fines de lucro, dedicado al estudio de problemas básicos en medicina y biología. Su primera sede fue una casona de hermoso parque en la calle Costa Rica 4185, en el barrio de Palermo. Unos años más tarde, en 1959, todo el plantel se trasladaría a su ubicación actual, en Vuelta de Obligado 2490, en el barrio de Belgrano. Un instituto que, de la mano de sus discípulos, se mantendría en constante crecimiento, y se convertiría años más tarde, en la primera Unidad de Vinculación Tecnológica del país.

En octubre de 1947, el Instituto Carolingio Médico Quirúrgico de Estocolmo comunicó que le otorgaba el Premio Nobel de Fisiología y Medicina a Bernardo Alberto Houssay, por haber descubierto que la anterohipófisis regulaba, no sólo el crecimiento sino también el metabolismo de los hidratos de carbono. Este premio fue compartido con los esposos Carl Ferdinand Cori  y Gerty Theresa Radnitz, por sus descubrimientos acerca del metabolismo de la glucosa. Como solía señalar el Dr. Eduardo Charreau, en las Memorias del IBYME de ese año existe sólo una pequeña y modesta mención a tan importante logro, recordando en un breve párrafo: “Los miembros del Instituto han recibido distinciones significativas entre las que se cuenta el Premio Nobel de Medicina y Fisiología de 1947 acordado al Doctor Bernardo A. Houssay.”

Desde la endocrinología de Houssay, a los nuevos desafíos del COVID-19, el IBYME ha sido desde sus inicios un centro de referencia. Ocupado en brindar nuevas y mejores respuestas, formar recursos humanos y acercar sus conocimientos a la sociedad.

38 grupos investigan diariamente en las áreas de Endocrinología, Inmunología, Neurociencias, Oncología y Reproducción. Más de 300 personas comparten sus días, entre investigadores, tesistas, profesionales, técnicos y administrativos; dedicados a continuar con el legado del Dr. Houssay, posicionando al IBYME como un centro de investigación científica reconocido por su tarea. Hoy, el IBYME se ubica en el tercer lugar en el país, detrás del CONICET y la Universidad de Buenos Aires, según la medición del Ranking SCImago, que evalúa la producción científica de los organismos científicos gubernamentales y privados de América Latina y el resto del mundo. Ocupa también el tercer lugar entre las instituciones de Ciencia gubernamentales de América Latina, por detrás del CONICET y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México.

Reconocido por las Academias y Universidades más prestigiosas del mundo, varias veces premiado e invitado a instalarse junto a sus colaboradores en el exterior, Houssay era un convencido del valor de la ciencia para su país, de la potencialidad y futuro de la ciencia Argentina.  Estudió, enseñó, investigó, vio crecer a su familia, formó generaciones de investigadores, soñó las instituciones que todavía hoy nos hospedan.

50 años han pasado del 21 de septiembre de 1971. La esquina de Obligado y Monroe sigue siendo el lugar en el mundo de muchos que eligieron y eligen hacer de la ciencia el desafío de su vida. Quienes pudieron conocer al Dr. Bernardo Houssay, y compartir sus días en el IBYME, fueron fieles testigos de su trabajo incansable, de su lectura infinita, de su altísima exigencia, de la originalidad de su trabajo, de su dedicación y de la relevancia que daba al día del estudiante.

Hoy 21 de septiembre de 2021, conmemoramos el 50º aniversario de su fallecimiento. Su legado, es hoy nuestra casa. Su ciencia, sus enseñanzas, sus políticas, las instituciones que concretó son hoy parte de nuestra vida junto con el compromiso asumido de trabajar unidos para honrar su memoria.