Laboriosa como pocos, de exquisita redacción y experta en varios idiomas; María Josefina Yanguas conoció al IBYME desde los inicios. Trabajó en la primera sede en la calle Costa Rica del barrio de Palermo, y en la actual en Vuelta de Obligado. En los inicios del Instituto, y con sus jóvenes 18 años inició su dedicada tarea como secretaria del Dr. Bernardo A. Houssay. Se ocupaba del presupuesto institucional, de las traducciones al inglés, francés y portugués; redactaba y corregía artículos, administraba subsidios internacionales, entre tantas otras tareas. Josefina siempre atenta a todo, desde organizar reuniones, la correspondencia, lo financiero; hizo de las tareas administrativas del IBYME su estandarte.

Para quienes tuvimos el placer de conocerla y entrevistarla, quedarán en el recuerdo sus historias narradas en plácida melodía sinfónica sobre la vida del IBYME y sus inicios.

“En todos sus aspectos ha sido una MUJER excepcional. Fueron innumerables sus gestos de calidez, equilibrio y precisión en todos sus actos. Recuerdo muy bien, aquel diciembre de 1963, cuando Josefina me llamo por teléfono al pueblito de provincia donde era médico rural y me informó la obtención de la Beca que otorgaba el Prof. Houssay, para Iniciación en Investigación. Fue uno de los momentos más importantes en mi carrera.” recuerda el Dr. Ricardo S. Calandra, Director del Laboratorio de Endocrinología Molecular de la Reproducción.

“Josefina Yanguas era el alma mater del Instituto de Houssay, por aquel entonces Fundación Instituto de Biología y Medicina Experimental. Fue una persona benevolente y comprensiva, siempre dispuesta a ayudar a los recién llegados. Abierta al diálogo, su palabra era permanentemente escuchada por el Dr. Houssay y posteriormente por el Dr. Foglia, su sucesor en la dirección. Josefina era la forma de llegar (y convencer) al Dr. Houssay cuando teníamos necesidad de realizar compras para las investigaciones en curso. La recuerdo, siempre sentada en su oficina, cumpliendo un rígido horario, dedicada con eficiencia a la administración de los subsidios, donaciones o fondos provenientes del CONICET, con la sola ayuda de una primitiva calculadora con teclas que todavía perdura como símbolo de su devoción al Instituto y a Houssay. A ellos dedicó gran parte de su vida. A los que la conocimos y gozamos de su amistad nos apena profundamente enterarnos de su partida.” – Dr. Alejandro De Nicola, Presidente de la Fundación IBYME y Director del Laboratorio de Bioquímica Neuroendócrina.