A 70 años de la publicación de la estructura del ADN, investigadores del IBYME cuentan la importancia que este avance tuvo y tiene para la investigación científica.

El descubrimiento de la estructura del ADN ha dado lugar a nuevos desarrollos para la detección temprana, el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. El código genético, la bioinformática, las vacunas, y otros desarrollos puestos al servicio de mejorar la calidad de vida de las personas.

En 1953, se publicaba en la revista Nature, “Estructura molecular de los ácidos nucleicos. Una estructura para el Ácido Desoxirribonucleico”.  Este trabajo, presentado por los investigadores James Watson y Francis Crick, de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, fue fruto de la colaboración con los Dres. Rosalind Franklin, Raymond Gosling, Maurice Wilkins.

Durante estos 70 años, este descubrimiento fue base e instrumento para numerosos avances científicos y biomédicos, y al día de hoy sigue siendo una pieza fundamental en la investigación científica. Así lo señala la Dra. Mónica Vazquez-Levin, directora del Lab. de Estudios de la Interacción Celular en Reproducción y Cáncer, quien explica que: “En particular, la estructura del ADN ha sido de gran importancia en temas relacionados con la Salud Reproductiva Masculina, Oncología Molecular y Biotecnología Animal, disciplinas en las que nuestro laboratorio realiza proyectos de investigación, desarrollo y servicios. Un ejemplo de la aplicación del descubrimiento de la estructura del ADN es la Evaluación de la Fragmentación del ADN (también conocido como Prueba de TUNEL) que realizamos sobre muestras de espermatozoides para medir su potencial fecundante. Esta prueba evalúa las rupturas de simple y doble cadena del ADN del espermatozoide, que en condiciones normales deberían presentarse en muy baja frecuencia.”

En nuestro Instituto, son varios los grupos cuyas investigaciones se nutren del descubrimiento de Watson y Crick. Un ejemplo de esto es el Lab. de Regulación Hormonal del Tracto Reproductivo Femenino, dirigido por la Dra. Patricia Saragüeta: “En nuestro grupo trabajamos con los cambios que se producen en la conformación tridimensional del ADN en procesos biológicos como la diferenciación de las células del endometrio en la etapa receptiva para el embrión. El conocimiento de los genomas de las células de los organismos es indispensable para inferir las posibilidades que ellas tienen tanto en la salud como en la desregulación de su función. Recientemente hemos reportado regiones del ADN de suma importancia en la función del endometrio, a estas regiones se las llama enhancers y son únicos para cada tipo de tejido”.

Además, el grupo dirigido por la Dra. Saragüeta también trabajó en colaboración para el secuenciado del genoma de especies autóctonas de gran interés para el mantenimiento de la biodiversidad en nuestro país, como el del genoma del yaguareté o jaguar.

El descubrimiento de la estructura del ADN tuvo un impacto fundamental no sólo en el estudio de la biología básica, sino también en el estudio de enfermedades y en su tratamiento. “Nosotros usamos la tecnología del ADN recombinante para desarrollar proteínas recombinantes para uso en la salud humana y veterinaria. La determinación de la estructura de doble hélice del ADN fue un hito fundacional que permitió descifrar la información genética, explicar su transmisión y el posterior desarrollo de las técnicas de recombinación artificial del ADN. En nuestro laboratorio, utilizamos la tecnología del ADN recombinante para producir anticuerpos monoclonales y otras proteínas con aplicación para el diagnóstico y el tratamiento de diversas enfermedades, entre las que se cuentan las Fiebres Hemorrágicas Boliviana, Venezolana y Argentina”, comenta el Dr. Gustavo Helguera, Director del Lab. de Biotecnología Farmacéutica, y concluye: “Sin el descubrimiento de la estructura del ADN, la tecnología del ADN recombinante no se habría desarrollado y sin ella el desarrollo de la mayoría de los tratamientos biotecnológicos y las nuevas vacunas que hoy salvan vidas habría sido imposible. Por lo tanto, es importante tomar conciencia del descubrimiento histórico que realizaron hace 70 años Watson y Crick, que nos ha permitido revolucionar la salud mediante tratamientos nuevos e innovadores que mejoran nuestra calidad de vida”.