El trabajo retrospectivo analiza las consecuencias negativas que las altas temperaturas pueden tener en la calidad del semen.

 

Las olas de calor son un fenómeno cada vez más frecuente en los últimos años, en todo el mundo, con las consecuencias negativas que esto puede tener en nuestra salud. Entre los posibles problemas asociados a las altas temperaturas se encuentra el riesgo de una baja en la fertilidad masculina.

Por este motivo, el laboratorio de Estudios de Interacción Celular en Reproducción y Cáncer, dirigido por la Dra. Mónica Vazquez-Levin, realizó una investigación basada en los datos obtenidos durante casi 20 años de muestras de semen de pacientes. Este trabajo, encabezado por el Dr. Gustavo Verón, es el primero que se realiza en poblaciones de América.

“En nuestros proyectos de investigación básica buscamos nuevos indicadores (biomarcadores) que permitan identificar alteraciones en el potencial fecundante de los espermatozoides, y así aportar nuevas y mejores herramientas de diagnóstico y tratamiento. En los proyectos de investigación clínica, desarrollamos estrategias y analizamos los resultados de estudios clínicos con variables socio-ambientales y clínicas para determinar su posible asociación con alteraciones en los indicadores del semen. Los datos clínicos los obtenemos realizando colaboraciones con laboratorios de diagnóstico y tratamiento de la infertilidad de nuestro país”, señala la Dra. Vazquez-Levin, Investigadora Principal de CONICET, quien dirige el grupo de investigación desde el año 1994, desarrollando proyectos de investigación básica y clínica orientados a la comprensión de la infertilidad masculina.

El estudio, publicado en la revista Science of the Total Environment, contó con la participación de más de 50 mil hombres de entre 18 y 60 años, gracias a la colaboración realizada con profesionales de la unidad de andrología del laboratorio clínico CEUSA-LAEH, encargado de la recolección y análisis de muestras, y del registro histórico de temperaturas del Servicio Meteorológico Nacional.

“El análisis bioestadístico de este estudio fue un enorme desafío debido a la vasta cantidad de datos involucrados”, afirma el Dr. Verón, becario postdoctoral de CONICET, y explica: “En términos biológicos, manejamos los resultados del análisis de semen de 55 mil pacientes. En términos climáticos, trabajamos con registros de temperatura tomados cada hora durante 19 años. Para extraer información útil de esta gran cantidad de datos, tuvimos que desarrollar programas especializados. Primero, depuramos y organizamos los datos para asegurarnos de que fueran precisos y completos. Luego, determinamos cómo caracterizar las olas de calor a las que había estado expuesto cada paciente. Finalmente, combinamos la información biológica con los registros climáticos mediante distintos abordajes matemáticos, lo que nos permitió identificar patrones y relaciones entre la exposición a olas de calor y la calidad del semen. A partir de este enfoque, pudimos encontrar relaciones importantes que nos ayudan a entender mejor cómo el calor extremo podría afectar la fertilidad masculina.”

El análisis dividió los casos de estudio en 2 grupos, tomando como parámetro si el paciente había sufrido una ola de calor durante los 90 días previos a la toma de la muestra, período en el cual se produce el desarrollo de los espermatozoides (espermatogénesis, maduración y almacenamiento). Los resultados arrojaron que las muestras pertenecientes a pacientes que habían sufrido altas temperaturas durante ese período mostraban una calidad espermática menor, no sólo por contar con un menor número de espermatozoides, sino porque además aumentaba el porcentaje de espermatozoides con formas anormales, lo que reduce drásticamente su capacidad fecundante.

Además, este detrimento en la calidad de las muestras fue notablemente más alto (diferencias entre 4 y 5 veces mayores) en las épocas en que se registraron los mayores picos de temperaturas.

“La infertilidad, como las demás enfermedades, tiene un componente genético y uno ambiental.” afirma la Lic. Ania Manjon, becaria doctoral de CONICET, y detalla: “Este trabajo destaca el impacto de un factor ambiental, las olas de calor, en la infertilidad masculina. Además, consideramos relevante evaluar el componente genético, temática en la que se desarrolla mi proyecto de tesis doctoral, donde utilizamos abordajes globales que nos permiten estudiar proteínas espermáticas, sus genes y alteraciones que podrían impactar en la infertilidad masculina y nos permitirían identificar nuevos biomarcadores de esta enfermedad.”

El trabajo pone en evidencia la importancia de incluir temáticas de salud reproductiva en la discusión de políticas de cambio climático, ante el aumento de la cantidad y duración de las olas de calor en el planeta.

Este estudio aporta conocimientos imprescindibles sobre la compleja asociación entre las olas de calor y la salud reproductiva masculina, y pone en evidencia la importancia de incluir temáticas de salud reproductiva en la discusión de políticas de cambio climático. Sólo mediante el trabajo articulado entre los ámbitos científico, asistencial y de políticas sanitarias podremos enfrentar los desafíos que plantea el cambio climático y anticipar un mejor escenario para la salud reproductiva y general de las personas, concluye el grupo de investigación, referentes en el área de salud reproductiva.

 

Sobre trabajo de investigación:

Impact of heat waves on semen quality: A retrospective study in Argentina between 2005 and 2023

Gustavo Luis Verón, Ania Antonella Manjon, Lidia Arévalo, Jorge Santiago, Mónica Hebe Vazquez-Levin

DOI: 10.1016/j.scitotenv.2024.173813