El grupo de investigación del laboratorio de Fisiopatología de la Inmunidad Innata, dirigido por el Dr. Norberto Zwirner, estudia 2 aspectos relacionados con el cáncer de mama:
Por un lado, investigan si un anticuerpo monoclonal contra células cancerosas que desarrollaron en el laboratorio presenta actividad terapéutica contra células de cáncer de mama de distintos tipos como para desarrollar una nueva terapia para este tipo de cáncer.

En este contexto, descubrieron que el anticuerpo monoclonal desarrollado no sólo se une a células de cáncer de mama, sino que promueve el fenómeno que se denomina “citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos” por el cual las células NK ven facilitada su unión a las células tumorales, favoreciendo la puesta en marcha de los mecanismos de citotoxicidad que terminan en la eliminación de las células tumorales.

“Nuestro anticuerpo monoclonal está dirigido contra un potencial blanco molecular novedoso, por lo que podría constituir una nueva terapia que podría ser especialmente útil para pacientes que no responden a las terapias actuales, brindándoles nuevas opciones. No obstante, aún faltan varios años hasta que estos estudios puedan considerarse completos”, destaca el Dr. Norberto Zwirner.

Por otro lado, investigan también si una molécula denominada MICA, que es normalmente reconocida por células citotóxicas naturales (células NK) del sistema inmune y que además algunos tumores liberan como molécula soluble, puede ser empleada como biomarcador para hacer un mejor diagnóstico o pronóstico, o si puede ser utilizada como biomarcador para evaluar la eficiencia de diversos tratamientos contra el cáncer de mama. En esta línea, trabajan actualmente en la optimización y puesta a punto de un método basado en la medición de fluorescencia que permita analizar la concentración de MICA soluble en sueros o plasmas de pacientes con cáncer de mama, y esperan comenzar próximamente el análisis masivo de muestras de pacientes.
La determinación de la concentración de MICA soluble podría servir en el futuro como un biomarcador para hacer diagnóstico temprano del cáncer de mama, para analizar si una paciente con cáncer de mama está respondiendo adecuadamente al tratamiento, o si el tratamiento debe ser modificado o suplementado con otro agente terapéutico.

 

  • Se esquematiza una célula NK que, gracias a la acción “puente” del anticuerpo monoclonal terapéutico, ve facilitada la detección de una célula tumoral y el desarrollo de sus funciones efectoras. Estas funciones efectoras son la citotoxicidad y destrucción de la célula tumoral, y la secreción de interferón gamma (IFN-ɣ), una de las “hormonas” del sistema inmune que tiene también efectos anti-tumorales.
IMAGEN: Gentileza investigadores del grupo.